martes, 10 de septiembre de 2013

¿ Y ahora ?

Hoy al salir por la puerta no he podido evitar detenerme un par de veces. No en seco, ha sido casi imperceptible, pero lo he hecho. No porque no me quisiese ir de casa, que de hecho no me apetecía, si no por los gritos incesantes, que sucesivamente iban en aumento acompañados de la característica furia de mi padre, en este caso para que me detuviese. Me siguió hasta unos pasos mas haya de la salida de casa y me amenazo. Pero seguí andando hasta la carretera, deje caer el long al suelo, me subí y me fui. Los gritos de mi madre fueron apagándose con la distancia. 

Hoy es el segundo día que llevo sin hablarle, encerrada en mi cuarto solo bajando para coger una bandeja de comida, y a medida que pasan las horas, cuando mi madre duerme,  ir a  intercambiándola por otra repleta. 

Pero el que mí madre me gritase no era la razón por la que me iba por la puerta, tenia que entregar la matricula del curso. Se daría por hecho que ella me llevaba, pero al no hablarnos ...
Antes de irme vi como parecía que hacía un intento de subir al coche. Pase temblando todo el trayecto en Long desde mi casa hasta el metro. Aterrorizada y nerviosa por si me la encontraba a las puertas de mi instituto, imaginándome como seria el recibimiento a casa a la vuelta. Creo que nunca he sentido tanto miedo, la primera vez que me enfrento a mi madre.

Al llegar al instituto , un cuarto de hora tarde de la entrega oficial, me encontré con dos pintorescos compañeros de mi clase, que como yo, habían recuperando las suficientes asignaturas para pasar de curso. Son risueños los dos y su simpatía que a veces parece inagotable me invadió, me hicieron estar tranquila y olvidarme de mis problemas. Hasta que me encontré con mi tutora del año pasado y mi recién encontrada tranquilidad interior se evaporó con solo una pregunta suya "¿qué tal con tus padres?". Odio cuando los profesores te hacen preguntas comprometidas. No supe muy bien que responder, no era ya de su incumbencia, así que hable sin decir nada..... creo ...... 
Gracias a esa breve pausa me enerve mas y cuando deje el long en el suelo para sentarme y serenarme , con la idea de pedirle a un desconocido un cigarrillo, llegó él. 
Solo con los pensamientos que tenia en mente, recordando esta mañana la furia de mi madre al ser completamente ignorada,  las lagrimas intentaron brotar al abrazarme, pero las detuve ( bien !). 
Me beso y nos fuimos a tomarnos una cerveza. Le explique lo que había sucedido y perdiéndonos entre conversaciones logro hacerme ver que no era tan grave como pensaba. Las lagrimas ya no querían salir y estaba tranquila. No se como lo hace pero siempre consigue ser perfecto para cada situación. 


Ahora mi hermana ha entrado en la habitación le he explicado lo ocurrido y al salir he tenido la sensación de que me he enfadado por una tontería.

Le he faltado al respeto.
La he ignorado durante dos días.

Como arreglo yo esto ahora. 


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